Un comercio cambia de sede y se traslada a una más amplia. Está en la misma plaza, enfrente. Para informar a clientes y potenciales compradores indica el cambio con este cartel.
En este país, por lo que vemos, estamos igual. Hemos cambiado, o parece que vamos a cambiar, pero nos hemos colocado enfrente. No estamos al lado, nos situamos enfrente.
A la tienda le irá bien porque está muy cerca de la sede anterior y ofrece mejores condiciones de venta, pero para la sociedad colocarse unos enfrente de otros no parece lo mejor, sobre todo en tiempos difíciles donde lo importante es sumar. Me parece.