
Estos días me he estrenado como vendedor de mis autoediciones en una feria del libro. Se trataba de «Y sin embargo, te quiero. Huesca – Jaca, ciento veinticinco años de una línea ferroviaria». Ha sido en Monzón, en la Feria del Libro Aragonés, un evento que nadie interesado por el libro y Aragón debe perderse.
El resultado, en función de las ventas, ha sido más que discreto. Si se mira la experiencia como tal, ha sido muy enriquecedora. Hablar con gente que hace lo mismo que tú es positivo, ves cómo actúan ante el lector potencial, compruebas lo difícil que es convencer a alguien para que compre tu obra, salvo que sean amigos o familiares con los que es más fácil.
El tamaño del título sobre el conjunto de la portada o la colocación aquí o allá de los ejemplares, por lo que vi y me comentaron, son elementos a tener en cuenta al llegar al expositor. Mi libro sirvió más veces para dejar el bolso encima y coger el dinero con el que pagar otra obra que para hojearlo, algo que no acababa de entender porque habría unos diez o doce libros sobre los que dejar el bolso o la cartera…y siempre era sobre el mío. Me parece, aunque a lo mejor todos los demás pensaron lo mismo sobre su trabajo. Es otra experiencia.
El caso es que dos días después del tradicional bautizo del alcalde de Monzón para Santa Bárbara, yo me bauticé como auto-editor en ventas de libros entre la Constitución y la Inmaculada en la capital del Cinca Medio.
También comprobé cómo son las presentaciones de los libros en estos eventos, la facilidad de algunos para atar en corto al posible lector o la dificultad para ello de alguno que conozco. Y también el asedio en toda regla al paseante que se fijaba en la obra. Había de todo. Muy instructivo. Pero es muy interesante contar con una buena nómina de amigos o familiares que alegren el puesto de venta y se sumen a la lista de compradores.
También vi a un autoeditor al que su caja de libros impresos en Amazon –por la etiqueta de la caja- le cabía perfectamente en una mochila Quechua. No sé si habrá medidas de capacidad estándar para estas cosas… pero bien, contento y a ver si logro ir vendiendo más libros. Espero.