
Ahora que todo es electrónico, no viene mal recordar elementos del trabajo analógico que todavía tienen uso. Por ejemplo, cuando los cruces de las vías en una estación de ferrocarril se regulaban con mesas de enclavamiento y tornos de accionamientos que manipulaba la persona correspondiente. En muchos casos se cerraba con una llave y un cerrojo tipo Bouré.
En la línea de Huesca a Jaca hay varias estaciones que conservan estos artilugios. Están en Plasencia, Ayerbe, Santa María y La Peña, y la de Sabiñánigo, en este orden, si llevamos sentido ascendente.
En este caso concreto, son tornos de accionamiento de señales mecánicas. Uno mueve la señal de entrada y el otro, la avanzada, de un lado de la estación -por ejemplo del lado de Huesca-. El otro grupo mueve las señales del otro lado -del de Canfranc-. Estos tornos quedaban fijos con llaves Bouré.
En este grupo de tornos, los de Plasencia están fuera de servicio. Se desmontaron las señales cuando se puso en marcha la variante de Huesca y esta estación se clasificó como apeadero. En La Peña, aunque la estación está cerrada habitualmente, se abre por necesidades de servicio y su enclavamiento funciona con normalidad.
Las estaciones de Santa María y La Peña y la de Sabiñánigo solamente tienen un torno en cada caja, que acciona la señal avanzada, porque no hay señal de entrada, y en su lugar hay una señal de poste de punto protegido.



