
de Huesca. Colección Federico Balaguer
Cualquier persona que viva en Huesca, con suficiente edad, cuando hable del tren en su ciudad aludirá a las «gallegas». Así se conocían las locomotoras que pasaron a la Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España (Norte) desde la Compañía del ferrocarril de Asturias, Galicia y León (AGL). Y algunas acabaron en Huesca para enlazar con Ayerbe y Tardienta, por ejemplo.
Tenían nombre propio, algo habitual durante bastante tiempo. En más de una entrevista con veteranos ferroviarios o usuarios oscenses del tren se mencionaban como ejemplo de un material viejo que daba más problemas que otra cosa. De una de ellas se decía que tenía las ruedas cuadradas.
La locomotora nº 85 de la Compañía del Norte, la que aparece junto a este texto, era una de ellas. Se llamaba «Martínez de la Rosa». Era una 2-2-0, fabricada por Hartmann en 1883, con el número de serie 1.253. A la Compañía del Norte llegó desde la citada AGL. Fue desguazada en 1955. Estos datos están tomados de: Pere Comas y Alfred Puig (2010), Breve historia de la tracción de vapor en Norte [consulta: 2/3/2016].
El empresario Richard Hartmann logró establecer una industria de construcción de locomotoras en Sajonia que rivalizó con la de Inglaterra. El Sächsische Maschinenfabrik que fundó fue la compañía más grande de Sajonia convirtiendo la localidad de Chemnitz en uno de los centros industriales más grandes de Alemania después de 1870.
La fotografía figura en el libro «Ni contigo, ni sin ti. Siglo y medio del ferrocarril en Huesca» (2015).