
Vamos a Ribagorza. Por la A-1605 salimos de Graus, hacia el valle del Isábena. Pasado Laguarres, nos desviamos a la derecha por la A-2613 y enseguida llegamos a Lascuarre.
Poco antes de alcanzar su casco urbano hay un camino a la izquierda. Un cartel indica que por allí se va a la Torre de los Moros. Vamos. Enseguida llegamos a unas ruinas que son lo que queda de un convento de trinitarios que allí hubo. Según se informa en la página web del patrimonio aragonés (www.sipca.es), es una obra del siglo XVI, desamortizada en 1835. Era el convento de la Piedad, que acabó siendo una ermita. La vegetación ocupa casi todo el espacio del convento y la iglesia, siendo imposible ver su interior. En la cita página web se pueden ver fotos de este convento de la Piedad.

Seguimos entre campos de cereal, olivos y almendros, muros que delimitan campos y un paisaje muy atractivo, disfrutando de excelentes vistas del valle del Isábena conforme ganamos altura. Todo el rato vamos por un camino que nos facilita llegar a la Torre de los Moros, situada ya en zona de pinar repoblado, a juzgar por el hito con las iniciales «PFE», que nos evoca los tiempos del Patrimonio Forestal del Estado.

Pasados unos depósitos de agua que dejamos a nuestra derecha, llegamos a la Torre de los Moros. En realidad, según se explica en la página web del Sipca, «se trata de una casa fuerte bajomedieval o del siglo XVI».

Pudo tener cuatro alturas, aunque ahora solamente se conservan tres. En una de esquina hay restos de un garitón: el suelo y tres ménsulas que lo sostienen. En dos de los muros hay contrafuertes ataludados, contando además con un amplio catálogo de saeteras por todo el perímetro defensivo.

En la restauración que se hizo del conjunto se instaló una escalera y unos miradores para disfrutar del entorno de la torre desde su zona conservada más alta. Es gratificante tras un paseo que no puede tener más problema que una jornada muy soleada, porque no hay zonas de sombra. Este dominio de un amplio espacio ribagorzano puede estar en el origen de su construcción. Parece hecho para vigilar.
