Tres locomotoras tanque, tres historias de los ferrocarriles británicos

El National Railway Museum de York atesora entre sus fondos los más granado de la industria ferroviaria británica. Entre los elementos destacados podemos situar estas tres locomotoras tanque. Estan situadas junto a la placa giratoria,  como espertando entrar en servicio de nuevo en cualquier momento.
La de la izquierda es la locomotora de vapor Aerolite nº 66, de la empresa North Eastern Railway. Es una 2-2-4-T (nomenclatura británica), aunque no siempre tuvo esta disposición de sus ruedas. Fue diseñada por Edward Fletcher y construida el año 1869. Quedó fuera de servicio en 1933. Al año siguiente pasó  formar parte de los fondos del museo de York.
Tiene una curiosa historia. La que hoy puede verse en el museo de York sustituyó a una construida para la «Gran Exposición» de Londres celebrada en 1851, la primera de las exposiciones mundiales de industria y cultura del XIX, y que sufrió un accidente en 1868. La Aerolite nº 66 es la última fabricada con el sistema compoud, o de doble expansión, que aumentaba su potencia sin incrementar el consumo.
La del centro es una locomotora de vapor 2-4-2-T (nomenclatura británica), nº 1008. Perteneció a la empresa Lancashire & Yorkshire Railway. Fue diseñada por John Aspinal, construida en 1889 y retirada del servicio en 1954.
Este modelo de locomotora fue concebida para el transporte de viajeros, construyéndose un total de 330 entre 1889 y 1911. Prestaron servicio, principalmente, en la zona de los Peninos (cadena montañosa entre el sur de Escocia y el norte de Inglaterra), Manchester, Liverpool y Lancashire
La de la derecha es una locomotora de vapor de la London Midland & Scottish Railway, 2-6-4-T (nomenclatura británica), nº 2.500. Fue diseñada por William Stanier, construida en Derby en 1934 y retirada del servicio en 1961. Fue la primera de una serie de 37 locomotoras, fabricadas ese mismo año y numeradas del 2500 al 2536.
Esta serie LMS Stanier Class 4P 3-Cylinder 2-6-4T fue realizada para trabajar en la ruta ferroviaria de Londres, Tilbury y Southend. El tercer cilindro tenía como objetivo permitir una mayor aceleración entre las muchas paradas que existían en la línea.