
El valle de Tena tiene decenas de rincones curiosos que visitar. En el catálogo, junto a referencias muy conocidas, hay espacios donde es posible estar solo a finales de mes de agosto, habitualmente una quincena cumbre en el turismo de la zona. Y no hace falta subir a una cima muy alta, ni caminar kilómetros sin talento.
Hay que situarse en la carretera A-136, que desde Sabiñánigo, llega a Francia por el Portalet. Circularemos por una pista de tierra de pago, que tomamos en una rotonda entre Tamacastilla de Tena y Sandiniés. Poco antes de salir de Tramacastilla, a la altura de la Escuela, hay un expendedor de tickets. Se selecciona la opción de subir por la pista, se paga, y a superar la barrera con el código de barras. Son siete euros.

El camino nos deja junto al embalse de Las Paúles. El agua que atesora, sirve para alimentar otro embalse, el de Escarra, muy cerca de aquí. Hay que llegar a un puente, junto a una explotación ganadera, y seguir hacia la derecha. Ya se ve desde aquí la masa de agua, que este verano estaba a una cota sensiblemente baja. Me parece, según la marca de los mapas.
Pero el afán de aventura hace que, en ese punto, el giro se realice a la izquierda. Eso sí, siguiendo una pista porque el afán de aventura es limitado al espacio controlable. El ganado vacuno, la vegetación para pasto y la orografía muy atractiva, entretienen al senderista que, en un momento dado, se encuentra con una especie de anfiteatro de roca a la izquierda y un amplio censo vacuno que deja constancia de su presencia con mugidos y cencerros.

Una valla para delimitar el espacio de vacas y terneras puede hacer desistir del empeño, pero allí mismo hay unas rocas con un hueco por el que pasa una persona pero no una vaca. Ya está, ya hemos entrado en Balsera. Aquí nace el río Escarra. Luego, es cuestión de ir subiendo entre marcas de senderos trazados por el ganado, hierbas, pequeños barrancos y abundantes vacas. El circo tiene cimas destacadas como el Pico Hombre de Escarra, Campaniles de Ip, Peña Calcín, Punta Arbenusa, Punta del Águila y otras de las que el senderista de nivel bajo no había oído hablar en la vida. Mirando el mapa observa que está muy cerca del ibón de Ip, tras esta muralla rocosa y cerca, también, de alguno de los sectores de la estación de esquí de Formigal. Y al otro lado de un lateral de este complejo roco, Tramacastilla de Tena, de donde hemos salido.

Todo por un espacio exento de arbolado, por lo que la orientación y las referencias para el regreso están visibles en todo momento. El día de la visita hubo que acelerarlo un poco porque las blancas nubes de la mañana se tornaban grises a primera hora de la tarde. Al final, al llegar al embalse de Las Paúles, el cambio de calzado se hizo dentro del coche.

Una excursión diferente porque el destino no fue el previsto inicialmente, pero sin perder de vista el camino de acceso a este paraje desconocido. Hasta ahora.