
Mi sobrino Antonio (Fernández Alvira) ha inaugurado una exposición, que ha titulado «Elementos para un discurso», en una de las salas del zaragozano «Pablo Serrano», sede del Instituto Aragonés de Arte Contemporáneo (IACC). Se plantea una visión crítica sobre «la pretensión de alcanzar una verdad esencial e irreductible». Así se indica en la información que se ofrece a la entrada a la muestra. Hay preguntas que el artista deja en la mente del visitante ya al entrar y que le pueden acompañar durante todo el recorrido.

Toma como recurso para plantear estas cuestiones «los mecanismos de exhibición utilizados en la museología arqueológica». Frente a una entidad rotunda del pasado, Antonio toma partes de materiales de carpintería sin valor para la historia y las reelabora de manera que parezcan elementos arqueológicos: «no estamos ante fragmentos de antiguos monumentos, sino ante una falsa ruina normativamente construida».

Una sala con abundantes restos de capiteles e información técnica sobre ellos comparte espacio con esos elementos reelaborados. De ahí la necesidad de someter a crítica la pretensión de la verdad esencial e irreductible o gestionar la pluralidad, la escucha y recepción de relatos silenciados. Antes de terminar, el artista plantea una última pregunta a quien visite su muestra: «¿cómo se articulan las relaciones entre saber y poder en los espacios institucionales de conocimiento?
