
Soñar con un paisaje lejano o disfrutar de una espectacular cascada; una buena caminata y unas apacibles vacas junto al camino; el sonido del agua o un ave sobre el azul del cielo… mimbres para una excursión desde Canfranc estación a la cascada de las Negras o las Divinas, en la canal de Izas.
Salimos de Canfranc estación en dirección a Francia y tomamos el desvío a la derecha que hay tras el que lleva a los silos de cereales. Tomamos una pista en sentido ascendente que nos dejará en el Fuerte del Col de Ladrones. Es un camino de tierra, utilizable por cualquier vehículo con prudencia y en tiempo seco. Al lado del edificio militar hay un amplio aparcamiento. Hay señales que indican el camino a tomar. Comenzamos.
El paseo, en principio, discurre por una pista que pronto se deja para tomar una senda a la derecha, que nos dirige al coll de Izas. Caminamos ahora por el GR-11, por terreno boscoso en principio. Acaba la masa forestal y la subida se hace pronunciada en un tramo, con abundante piedra suelta. Este paraje se conoce como la Cantalera. En algún momento, si no eres senderista de nivel, puedes preguntarte ¿qué hago yo aquí? No pasa nada. El final compensa.
Hemos dejado, abajo, a nuestra izquierda, la presa de un embalse. Hemos mirado hacia atrás para ver cuánto hemos subido, vemos una vegetación interesante, algo de fauna autóctona y, tras una hora, nos damos cuenta que hemos empezado a llanear. Mira.

Estamos en la Canal de Izas, tal vez un espacio menos conocido que algunos de sus vecinos, pero muy atractivo para cualquier excursionista. En verano, llegaremos a compartir paseo con algunas vacas que disfrutan del pasto natural. Tendremos hasta un momento de ensoñación. A poco de empezar a circular por la canal, a lo lejos, a la derecha según subimos… un castillo medieval, templario, una construcción relacionada con la guerra de la galaxias (cuando empecé a ver esta saga no se decía star wars). Pues, no. Es el Campanil de Izas, una curiosa formación rocosa que, desde lejos, puede ser lo que queramos. Volvemos al sendero.

El sonido del agua nos develve a la realidad. Empezamos a ver nuestro destino de hoy. Lo primero es la parte superior de la cascada de las Negras o las Divinas. Espectacular. La subida por la Cantalera queda olvidada (solo se recordará a la hora de bajar, pero ya se conoce y no es lo mismo).
Hay que llegar a alguno de los espacios de roca que hay junto al cauce, al pie de la cascada, para respetar la distancia social, y almorzar, claro. Es importante también. Si después de reponer fuerzas queremos seguir, podemos terminar en el ibón de Iserías… o en Formigal. Pero esto lo dejamos para el sector senderista más intenso. Hay quien tiene suficiente con la cascada y el entorno.
