
Ribagorza atesora mucho patrimonio natural y cultural. Uno de sus puntos fuertes es el arte románico. El catálogo abarca desde obras espectaculares como la catedral de Roda de Isábena, Montañana, Obarra o Alaón, hasta pequeños templos no menos interesantes. Hoy conoceremos varios de estos últimos.
Vamos a la Ribagorza más nororiental. Haremos una ruta circular que, saliendo desde Bonansa y siguiendo el sendero PR-HU 214, visita cuatro ermitas, disfrutando a lo largo del paseo, de excelentes vistas del Pirineo. Poco más se puede pedir.

Subimos a la parte alta del pueblo, buscando un panel informativo que nos da cuenta del trazado y características de este recorrido. Empezamos a subir y, en diez minutos, estamos en la ermita románica de Sant Aventí (San Aventín). Es una obra del siglo XI, situada en el románico aragonés entre las más antiguas, junto a la de San Juan y Pablo de Tella. Bonansa queda a nuestros pies.

Seguimos el sendero PR-HU 214 otros diez minutos y estamos en la ermita de Sant Roc (San Roque). Es románica, posterior a la anterior. Estamos cerca de Bibils (Bibiles). Bajamos al camino que lleva a esta localidad, pero enseguida lo dejamos para tomar un desvío señalizado para llegar a nuestro siguiente destino.

El sendero está muy bien señalizado con marcas blancas y amarillas, así como con postes de madera. Hay que estar atento a ellas porque a veces dejamos el camino para seguir por sendero o lo dejamos del todo. Caminamos por un pinar, ganando altura, hasta llegar a la ermita de Sant Salvador de Bibils (San Salvador). Según las paradas que hagamos habremos caminado cerca de una hora más.

Aquí hay un mirador con una mesa informativa. Señala un catálogo de cimas destacadas de nuestro Pirineo, llegando hasta la zona catalana más occidental. Hay que dedicar un rato a ver todo, desde las localidades que se ven: Señiu, Fonchanina, Ervera, Noales… las cimas que comparte con el valle de Benasque… mucho que ver y mucho que disfrutar.

Volvemos sobre nuestros pasos para llegar al cruce que hemos tomado antes a la derecha y hacerlo ahora en dirección contraria. Llegaremos, tras un paseo de unos diez minutos en sentido ascendente, a la ermita de Santa Llucia (Santa Lucía).

Estamos en el término municipal de Laspaúles. El templo fue levantado en el siglo XVI. Tiene en su interior un manantial de agua. La tradición le atribuye capacidades curativas de las enfermedades de los ojos, relacionadas con el culto a esta santa.

Aquí hay otro mirador, con la localidad de Alins como principal protagonista. Es curioso que, estando muy cerca de la carretera del Isábena, hay que ir por la de Laspaúles, más al norte, para poder llegar. El motivo es el tremendo desnivel que hay entre la población y la A-1605.

De nuevo, siguiendo las señales informativas que nos guían continuamente, nos dirigimos al Alto de Bonansa pasando por la zona de prados denominada Els Plans. Son tres cuartos de hora de camino, que se pueden ampliar haciendo fotos del paisaje, de Alins, o de la cantera de piedra cercana si nos gusta este tipo de paisajes.

En la primera parte del recorrido, también señalizada, está la posibilidad de visitar la Piedra de las nueve cadollas. Es una gran roca, con nueve agujeros (cadollas) en las que, según la tradición, las encantarias (medio hadas, medio duendes) lavaban aquí su ropa.

Seguiremos descendiendo hacia el Alto de Bonansa. Poco antes de llegar hay una señales muy desdibujadas que indican un sendero directo a Bonansa. Si finalmente llegamos a la carretera A-1605 en el citado alto, deberemos cruzar la carretera y tomar el GR-15, también bien señalizado con marcas rojas y blancas, así como con postes de madera, paralelo a la carretera y asilvestrado en su último tramo. La fuente vieja de Bonansa es el punto final de la excursión. En alguna guía hemos leído que hemos recorrido 7 kilómetros con un desnivel acumulado de 305 metros de subida y otros tantos de bajada.