Soy un habitante de un pueblo inexistente en un falso valle de una cordillera imposible. Mi abuelo me contó que, a principios del siglo pasado, vinieron unos señores a vernos, explicando que, para poder poner industrias en otro pueblo (que estaba a 400 kilómetros del mío, junto al mar) debían inundar todo el valle. ASigue leyendo «Historia de un tejado sin retejar»