![]() |
El vino oscense tuvo en Francia un fiel consumidor |
El diario oscense «La Voz de la Provincia» incluía en su edición del 8 de marzo de 1897 la información de «un periódico de Jaca» sobre tráfico de vinos entre ambos lados del Pirineo. La noticia, aparte de hablar sobre la exportación de los caldos altoaragoneses a tierras galas, aludía también al mal estado de las comunicaciones en la vertiente francesa. Vamos, que el problema viene de antiguo.
El texto era el siguiente: «Continúan algunos arrieros del país llevando directamente a Francia, carros cargados con pipas de vino de la tierra, que pasan la frontera por el puerto de Canfranc y fijan el límite de su viaje en la populosa ciudad de Olorón, extendiendo desde allí el negocio por Mauleón, Orthez, Navarrens, Revenac y Plana de Nay hasta las inmediaciones de Pau.
Y serían más los carros que irían a Francia con vinos del país si no porque hay un trozo de carretera desde la Fundería a Urdox que se ha desplomado; por lo que sería muy conveniente que los señores cónsules de Zaragoza y Huesca llamasen la atención del gobierno francés para que se ordenase una pronta reparación de la carretera desplomada, habilitando el paso de carros y coches».
El ferrocarril llegaba hasta Jaca desde hacía unos pocos años, pero faltaba mucho tiempo hasta que se inaugurara el ferrocarril por Canfranc. Fue en 1928. Hasta entonces, el transporte se hacía obligatoriamente por carretera. El vino, por lo visto, tenía un buen mercado en nuestros vecinos del norte. Prueba de ellos era la importante colonia de comerciantes franceses establecidos en Huesca para este negocio. Pero las comunicaciones tenían problemas.