Los Porches de Huesca en 1903

Esta fotografía está publicada en un libro que recoge el viaje que hizo Alfonso XIII en 1903 por diversas provincias españolas, en otras la de Huesca. Entonces eran los Porches de Vega Armijo, título nobiliario de Antonio Aguilar y Correa, ministro de Fomento cuando se tramitó el proyecto del ferrocarril Tardienta-Huesca. Después de la última guerra civil pasó a llamarse Porches de Galicia.

En la imagen destaca la fachada de la Diputación de Huesca. Estuvo allí hasta la década de los 80 del pasado siglo, cuando se construyó el edificio actual. A la izquierda de la imagen está el inmueble que también albergaba servicios de la Administración y cuyo solar acogería en los años 20 de la centuria pasada el imponente edificio de la actual delegación del ministerio de Hacienda. Uno y otro habían ocupado espacios que, hasta la desamortización, fueron parte del convento de franciscanos que allí se levantó. Al fondo se ve una construcción, en las cuatro esquinas, que cambió de imagen poco después.

Los troncos de madera que hay sobre la calle parecen acabar un poco en punta y tienen un agujero en el extremo. De ser así, habrían formado parte de una navata que, en ese momento, pudiera haber navegado por el Gállego. Aunque ya existía la línea ferroviaria Huesca-Jaca, todavía no se había levantado la presa de La Peña y habría tráfico fluvial de madera en dirección a Zaragoza. Me parece.

Cada dato corresponde a un momento destacado en la historia oscense. También me parece.

El TAF (luego ABJ) y la primera iglesia de Canfranc estación, dos referencias en una intensa historia de casi cien años

Esta postal, editada por Foto Peñarroya de Jaca, incluye cuatro vistas de Canfranc-Estación. El depósito legal es de 1974, aunque los elementos que la componen son anteriores a este año.

En la parte inferior derecha está la primitiva parroquia. Ocupaba el espacio de la actual plaza de Europa. La actual iglesia fue consagrada en 1969 y es obra del destacado arquitecto Miguel Fisac Serna. «Canfranc contaba con una pequeña iglesia construida al terminar la estación de ferrocarril y el párroco consultó con Fisac, a comienzos del verano de 1964, la posibilidad de reformarla para adaptarla a la renovación litúrgica del Concilio Vaticano II. El arquitecto respondió proponiendo construir una nueva iglesia». En este momento concluye la historia de la iglesia que figura en la postal y comienza la de, tempo actual, enfrente de la estación. El texto entrecomillado es de Jaime Magén Pardo, en su artículo «La Iglesia Parroquial de Canfranc, Miguel Fisac. Memoria y materia del lugar», presentado en el «III Congreso nacional Pioneros de la Arquitectura Moderna Española».

Arriba, a la derecha, hay una fotografía ferroviaria. Es un momento en el que hubo material moderno en la línea internacional. La línea de ferrocarril Huesca-Jaca, con más de 125 años de actividad, no ha destacado por la modernidad del material que circulaba por su serpenteante trazado. Pero hubo un momento en que eso no fue así. A mediados de los años 50 del siglo pasado, viajó entre Zaragoza y Canfranc –pasando por Huesca durante los tres años que circuló- la novedad del momento: el TAF (Tren Automotor FIAT).
Preparando el libro sobre el ferrocarril entre Huesca y Tardienta, Alfonso Marco lo comentaba. Este historiador del ferrocarril lo confirmó en su libro posterior: «El Canfranc. Historia de un tren de leyenda» (2017).
Marco explicaba que, «efectivamente, para la investigación de mi libro sobre Canfranc ya vi que se puede afirmar que el TAF circuló entre 1954 y 1956, siendo sustituido en el 56 por la 3ª subserie de automotores Renault, que se estrenaron ese año en la Renfe. Eran similares en prestaciones y, aún más, ofrecían minibar».
Hubo dos subseries, entre 1952 y 1954, y una tercera, de un solo vehículo, sin aire acondicionado. Estos 10 trenes fueron llamados unidades y se destinaron en su estreno para relaciones de frontera: Barcelona-Cerbère, Zaragoza-Canfranc o Miranda-Bilbao (para dar enlace al Talgo Madrid-Hendaya) entre otros pocos. En la página 73 del libro «Ni contigo ni sin ti. Siglo y medio del ferrocarril en Huesca» (2015) figura la fotografía de un TAF en Tardienta que acompaña esta entrada.
Posteriormente, su campo de acción se amplió. «En 1954 se puso en servicio el TAF Barcelona-Bilbao/Irún y el Valencia-Bilbao/Irún, cada uno con trenes TAF de tres vehículos segregables. En Zaragoza maniobraban de tal manera que dos coches de Barcelona y uno de Valencia continuaban a Bilbao y un coche de Barcelona y dos de Valencia lo hacían a Irún. Con la creación de este servicio se creó también el TAF de Canfranc (vía Huesca) que daba enlace inmediato a estos servicios de largo recorrido». Aquí hemos encontrado la referencia oscense en el mundo del TAF.
Alfonso Marco recordaba que «este servicio a Canfranc se enmarcaba en la voluntad expresada por Renfe y el Gobierno español desde 1953 –hay un NO-DO sobre ello-, de mejorar los servicios de Canfranc en el centenario del origen remoto de este ferrocarril». El Manifiesto de los Aragoneses a la Nación Española, que fue la primera reivindicación de un ferrocarril internacional por nuestra tierra, se presentó en 1853.
Pronto empezaron los cambios. «Sólo dos años después el TAF –y los servicios encomendados a estas «unidades»- fue sustituido por los también nuevos (entregados en el 56) automotores, pasando los primeros a servicios de mayores distancias homologables al resto de trenes de sus condiciones. Estos nuevos automotores estaban pintados de plata con filetes verdes al igual que los TAF y comercialmente eran denominados igual: rápido automotor con suplemento, con los mismos tiempos de viaje y con la prestación añadida de un mini bar a bordo».
La propia Renfe lo consideraba un servicio equiparable al TAF, «razón por la que, añadida a las anteriores, entre la gente de la línea mantuvo esa continuidad al referirse al tren». Se hablaba del TAF, pero ya no era ese tren el que circulaba por nuestra línea.
Pero en esta tierra las dichas no duran demasiado tiempo, así que, «en unos 10 años más o menos, aun manteniéndose los tiempos, el servicio de élite fue rebajando su calidad al mezclarse los automotores nuevos con los viejos y perder el bar». Luego, como ya conocemos todos personalmente, la cosa fue como siempre, material rodante viejo para una línea poco utilizada. A esta época debe pertenecer el tren gris de la fotografía. En la década de 1970 circulaba en la línea de Canfranc el automotor térmico Renault ABJ.
Esta y toda la información sobre los trenes del ferrocarril internacional se pueden leer en el citado libro de Alfonso Marco «El Canfranc. Historia de un tren de leyenda».

Una postal testigo de una época en la corta pero intensa historia del ferrocarril de Canfranc.

El primer telesilla de Candanchú

Dentro de los hitos de la estación de esquí de Candanchú  (puesta en servicio la temporada 1928-29) hay uno que se produjo en el año 1945. Se trata del primer telesilla. Estaba en El Tobazo. Era monoplaza y discurría colgado sobre 22 pilonas de madera (página web de la estación de Candanchú). Esta postal, todavía en blanco y negro, de Ediciones Sicilia, de Zaragoza, refleja las dimensiones de la estación en aquellas primeras décadas de actividad.

El fotógrafo zaragozano Antonio González Sicilia fundó en los años cincuenta Ediciones Sicilia, empresa dedicada a la impresión de postales, con un amplio catálogo de motivos aragoneses, especialmente de Zaragoza. No fue ajeno a la actividad creciente de la estación de Candanchú, como se puede ver en esta postal del primer telesilla, instalado en El Tobazo.

Huesca, 1954

La imagen refleja un instante en la vida de la Huesca de, probablemente, los años 50 de siglo pasado. Con un poco de imaginación, de más cerca a más lejos, se puede observar un capazo en la esquina con Cuatro Reyes, un viajante con su maleta de productos para cautivar a los comerciantes de su sector (por ejemplo), un grupo familiar, un niño con bici y más personas al fondo, probablemente acudiendo a una de las tiendas de una calle tan comercial como sigue siendo la Correría, la calle Ramiro el Monje.

Al fondo, delante de la torre, se ve la esquina del Coso Bajo con la plaza de San Lorenzo. Allí estaba la farmacia de Susín, que compró la de Manuel Camo al fallecer y que, posteriormente, sería la de Vallés. La foto está firmada, Godé, y editada por la Comisión municipal de festejos de Huesca.

Curiosamente, la postal no está circulada. No tiene nada escrito en el reverso. Pero en el anverso, en la parte superior derecha, luce un sello de 2 céntimos y la leyenda «Estado Español. Correos». El matasellos está fechado en Huesca, el 11 de noviembre de 1954. La postal no era reciente. Los protagonistas de este bodegón urbano lucen ropas de tiempo más caluroso que el otoño.

En el reverso, en la zona central, figuran al pie las letras HR. Aparecen en otras postales de distintos lugares. Podría ser la empresa responsable de la impresión de la imagen.

Es curiosa esta actividad editorial de la Comisión municipal de festejos de Huesca. Hay otra, «perteneciente a una colección de 21 imágenes sobre distintos espacios de la ciudad oscense» en la página web de la Fundación Acín. En la foto, «las pajaritas aparecen sin los pedestales de base originales». Figuraba firmada por Anoro y era la número 14 de la serie. Ver en https://fundacionacin.org/obra/sobre-ramon-acin/fotografia-sobre-ramon-acin/las-pajaritas/ (consultada el 29 abril 2024).

En páginas relacionadas con el coleccionismo hay otras postales de esta serie. La de la calle Ramiro el Monje es la nº 5. La nº 6, que recoge una Glorieta que hay junto al paseo central y el quiosco de la música, y la nº7, un rincón de la Rosaleda (ambas en el Parque Miguel Servet), también son de Godé. La nº 17 es el retablo de la Catedral y está firmada por Puertas. Imágenes para personas nostálgicas y melancólicas varias.















Las Miguelas y el viejo puente, edición de la Papelería Iglesias

Esta vista del convento oscense de las Miguelas fue realizada a comienzos del siglo XX, hasta 1911, ya que al año siguiente se construía el actual puente sobre el río Isuela. Pertenece a una colección de postales editada por la Papelería Iglesias, popular establecimiento del Coso Bajo, ya desaparecido. La firma de la foto, en el reverso, indica «Thomas. Barcelona».

Joseph Thomas i Bigas creo una empresa en Barcelona en 1882, dedicada a la impresión de fotografías con las técnicas más modernas del momento. En 1901 inicia la edición de tarjetas postales con esas fotografías. En 1905, finalmente, imprime fotografías de toda España, encargadas a fotógrafos de cada zona. Cerró sus puertas en la década de los 50 del siglo pasado. Thomas había fallecido en 1910. Ver: https://www.fototipiathomas.es/origen-e-historia/. Consultado el 9 abril 2024.

Esta imagen del convento de las Miguelas de Huesca es anterior a la construcción del actual puente sobre el Isuela, obra de 1912. El proyecto fue firmado por el ingeniero Gabriel Rebollo. Recibió el encargo en 1911 según se indica en:

http://www.sipca.es/censo/12-INM-HUE-006-125-37/Puente/de/San/Miguel.html. Consultado el 9 abril 2024.

Del antiguo puente solamente se conservan un estribo y el arranque de una arcada en la margen derecha del río. «Sus medidas coinciden con el de Grañén y sabemos que se derrumbó en 1530 siendo reconstruido posteriormente por el cantero Miguel de Betania», según se explica en el archivo del patrimonio aragonés SIPCA. «Tenía tres ojos de arcos rebajados de medio punto», se indica en este mismo archivo. Ver: http://www.sipca.es/censo/1-INM-HUE-006-125-010/Puente/antiguo/de/las/Miguelas.html. Consultado el 9 abril 2024

Un huerto y las murallas de Zaidín

Casi desde que se inventó la fotografía se dio la afición a colorear las imágenes en blanco negro. La generalización del color acabó con esta técnica.

Puede que esta postal del castillo de Zaidín sea de la época final del colorear. Es una foto de ediciones Arribas, de Zaragoza. Curiosamente, el motivo de la imagen viene descrito en castellano, francés e inglés. Habrá que pensar que se realizó cuando el turismo era un actividad industrial en auge y llegaban gentes de allende las fronteras pirenaicas. Puede ser.

El caso es que una persona, seguramente habitante de Zaidín, se protege del sol bajo un árbol. Me parece que mira su huerto, dejando a un lado las célebres murallas. Debe ser que las tenía muy vistas. Creo que está satisfecho con lo que ve, aunque apenas se le vea el rostro, pero se intuye.

El castillo de Zaidín ha acompañado a los habitantes de esta localidad bajocinqueña desde tiempos de los árabes. Avatares ha soportado la fortaleza, incluso en tiempos recientes.

Aquí, sus torreones quedan dentro de la cápsula del tiempo que es una postal. Bueno, más que una cápsula es un rectángulo de cartulina de 9 x 14 centímetros. Y surgen las preguntas. Desde qué tal le fue, realmente, la cosecha del huerto al vecino de Zaidín hasta por qué ha soportado tantos avatares la fortaleza, incluso en tiempos recientes. O, también, cómo coloreaban las fotos en blanco y negro.

Carmelo Tartón, en su libro «Los fotógrafos aragoneses» (1999), explica que Ediciones Arribas, fundada a principios del siglo XX, tuvo su «época dorada en torno a las décadas 1960-1970», vendiendo sus postales en toda España. Esta de Zaidín no llegó a circular.

Puente de Fornillos, 2ª época, año 2

Hubo que esperar un tiempo, pero el puente de Fornillos volvió a la vida, aunque ahora no una dos orillas de un río. Comenzó todo el año pasado, cuando el invierno daba paso a la primavera. Como ahora. Su uso ornamental le permite servir como arco que enmarca la siempre atractiva silueta del Salto Roldán. Forma todo una curiosa imagen al lado de la pieza de regulación del Flumen, el río que paso bajo su bóveda durante siglos. Seguramente, en más de un momento, también lo hizo por encima. Seguro.

Plantas silvestres y escuetos olivos son compañeros de viaje en una época distinta a la de su construcción o a la del dilatado tiempo de utilidad con gentes y mercancías de uno al otro lado del río de nombre romano. Abajo, para sorpresa de incrédulos, el embalse de Montearagón atesora la mitad de su capacidad de embalse. Está proceso de carga para ver cómo responde la obra. Al fondo, Guara, con la cumbre blanca tras las últimas nevadas, vigila. Aunque no lo parezca.

La plaza de la Catedral de Jaca y un Simca de los años 50

Plaza de la Catedral de Jaca

Hay sendas cestas a ambos lados de la foto, en la parte inferior. Una persona lleva un paquete. Al fondo se leen las primeras letras de «farmacia» en una fachada. Hace tiempo que allí hay una botica. El primer propietario inició su actividad en 1900.

Un grupo de personas miran un coche que circula por la plaza de la Catedral de Jaca. Parece un Simca Aronde, de fabricación francesa. Fue muy popular entre nuestros vecinos del norte en los años 50 del siglo pasado.

La edad de coche permite indicar que la farmacia, entones, estaba a cargo de Manuel Lacadena Gabarre, primero de tres generaciones de esta familia que regentan esa botica hasta el momento presente.

La postal es de Ediciones Sicilia, de Zaragoza. Es la número 8 de su serie y ofrece una vista muy repetida de la portada de la seo jaquesa.

Más breve que un tuit

Las postales dan para poco texto, pero a veces hasta sobra espacio. El matasellos informa de la fecha de envío: Jaca, 24 junio 1953. El texto de la postal es escueto: «sigue la ruta». Para que luego hablen de la brevedad de los tuits actuales. La tarjeta está dirigida a la provincia de Gerona, concretamente a la calle la Iglesia de Breda. La envía a Arturo. El firmante dibuja su nombre de forma casi ilegible. Hay un sello de 50 céntimos.

En el anverso destaca un coche, que mira ensimismado un peatón. Parece un modelo de la fábrica Studebaker, antaño importante empresa automovilística norteamericana. La postal es de Ediciones Sicilia, de Zaragoza. Es la número 36 de su serie, siendo el motivo de la misma la calle Mayor de Jaca.

Cuando la vida dominaba Saqués

Vista de Saqués en la década de 1950

La postal recoge un momento en la historia de un pueblo del Pirineo oscense que, como otros, desapareció afectado por la regulación de un río, el Gállego en este caso. «Desde este hermoso y pintoresco país, el cual nos resulta muy bueno y saludable, le mandamos un cariñoso saludo extensivo a su hijo. Sus amigos Antonio y María». El mensaje iba dirigido a Carmen, vecina en ese momento de la calle Sepúlveda en Barcelona. Amiga pero respetada, según se desprende del trato en el texto.

La fotografía era una vista de Saqués, el pueblo que quedó deshabitado por la construcción de la presa de Búbal y luego fue arrasado casi por completo tras algún intento de revitalización que no prosperó como sucedió en el cercano Búbal.

El núcleo de Saqués está al fondo, a la izquierda. Cerca, a la derecha, hay un par de edificios de reciente construcción. De hecho, el más grande no tiene pintada de blanco toda su fachada lateral. El matasellos lleva fecha de 27 agosto 1959. El envío costaba 75 céntimos. La postal es de Ediciones Sicilia, Zaragoza, número 3 de su serie, siendo el motivo una vista general de Saqués, en el valle de Tena.

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