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El 23 de abril y la reivindicación

Interior de la ermita de San Jorge en Huesca
Huesca tiene doble celebración el 23 de abril. La primera es su tradicional romería a la ermita de San Jorge. Es el comienzo del calendario romero que pasará luego por Loreto y Salas en mayo, como citas más destacadas. Reuniones familiares y de amistades, gastronomía, tradiciones, cultura… Esencia de comunidad local con siglos de convivencia.
La segunda es la celebración del Día de Aragón, festividad de nuestro señor San Jorge. Las Cortes de Aragón, reunidas en Calatayud, decidieron en 1461 que esta jornada fuera festiva para recordar a la legendaria figura que ayudó a los aragoneses cristianos a conquistar la entonces musulmana Wasqa. Esto ocurrió en noviembre de 1096. El acuerdo de las Cortes lo recuperamos con la autonomía, en la década de los 80 del siglo pasado.

Fiesta local y fiesta aragonesa. El 23 de abril es día de asueto, sin la reivindicación que antaño fuera protagonista de esta jornada. Lo que no queda muy claro es si sucede esto porque tenemos la autonomía que queríamos o porque hemos perdido el aire reivindicativo. Si es esto último sería una pena, porque siempre hay que tener espacio y tiempo para reclamar mejoras y huir del conformismo. Me parece.

Una duda razonable

Los momentos actuales son de bastante zozobra. Faltan referencias para guiarnos en el camino y es fácil estar desorientado. La imagen gráfica de esta situación puede ser este poste indicador que encontré en un camino y que tenía en blanco ambos carteles. ¿ A dónde ir con acierto? Más o menos.

La Asociación Provincial de Periodistas en 1921

En esta foto, publicada en «Un viaje de Ramón J. Sender a los Riegos del Alto Aragón» (2001), figuran periodistas oscenses como Manuel Casanova, Francisco Ena y Ramón J. Sender, Ricardo del Arco -presidente de la Asociación Provincial de Periodistas- y destacados colegas zaragozanos como Filomeno Mayayo o Fernando Castán Palomar
Aunque los periodistas de Huesca sean gente poco dada la asociacionismo, han sido varias las organizaciones que los han agrupado. Más preocupados por dar cuenta de los problemas de los demás que de solucionar los suyos propios, de vez en cuando dan la sorpresa y se agrupan. Sucedió una vez en 1921.
Manuel Casanova (fue director de El Diario de Huesca y Heraldo de Aragón) firma el prólogo de una información en torno a la primera actividad de la recién constituida “Asociación Provincial de Periodistas”. Lo hace en El Diario de Huesca el 30 de noviembre de 1921. “Los periodistas se unen –escribe Casanova-; pero no para fraguar en la sombra violencias; se agrupan fraternalmente, movidos por un alto espíritu, para cuidar un poco de ellos mismos, de sus necesidades, de sus anhelos, y evitar, si es posible, que sigamos cantando al verano, como la cigarra, sin que nos preocupen las heladas inquietudes del invierno”. Afirma que es una “obra de previsión” y que este primer paso lo considera “quizás corto; pero firme”.
En ese momento, esta asociación tenía contratados los servicios de médico (Emilio Bara), practicante (Ramón Gómez), farmacéutico (Ricardo Compairé) y odontólogo (Orencio Pellicer). La Asociación seguía haciendo gestiones para lograr otros servicios.
De informaciones incluidas en El Diario de Huesca se desprende que el presidente de la Asociación era Ricardo del Arco (5 julio 1922) y el secretario José María Lacasa (9 abril 1922).
Este mismo año, una delegación acudió a Santander a la creación de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España. Había representantes de 14 asociaciones provinciales. “Manuel Banzo sería uno de los delegados, junto a Ricardo del Arco y Manuel Casanova” en ese asamblea, según recoge Juan Carlos Ara en su artículo sobre Manuel Banzo Echenique y Ramón J. Sender publicado en el número 9 del Boletín Senderiano (1999).

Huesca, ¿a dónde vas?

Plaza de Navarra
Huesca necesita un programa de desarrollo realizable. Una ciudad pequeña, con un nivel de servicios acorde con ese tamaño –con lo bueno y malo que ello supone- no tiene fuerza suficiente para generar su propio futuro sin ayuda exterior, bien del sector público, bien del privado. Además, aquí conmel agravante de que vamos perdiendo vagones en el convoy de la actividad económica, uno tras otro, desde hace tiempo y la cosa no acaba.
La industria, con un sector del metal potente, reventó en crisis pasadas, antes de que cambiáramos de milenio, con un epílogo hasta tiempos más o menos recientes. Aquí no fabricamos casi nada. Hasta la Administración que parecía algo sólido está en mutación y sin un futuro definido y claro. Hay que rentabilizar esfuerzos, claro.
El agua y el Canal de la Hoya parecían una buena base para desarrollar la agroindustria. Era una de las posibilidades para Huesca por su entorno y la actividad agroganadera que genera el regadío. El proyecto duerme el sueño de los justos en despachos de Zaragoza o Madrid. Es cuestión de presupuesto, supongo.
La universidad parecía hace un tiempo otra posibilidad. Se creaba empleo directo y actividad económica indirecta, se daba un servicio a la sociedad oscense y se atraía a gente de fuera. Tras las últimas noticias, corren peligro la mitad de las carreras porque no tienen masa crítica suficiente… ¿para qué? Los economistas han entrado a saco en nuestra vida. Está claro.

Hasta la actividad cultural, otro motor económico para muchas familias, parece que se desinfla como todo. Las musas o las ninfas de la Plaza de Navarra o la fachada del Casino que tanto han visto desde que existen, ¿tendrán la solución? Es un último recurso.

Ausencia de lluvias en 1929

En abril de 1929 debían estar en Huesca como nosotros antes de las lluvias de Semana Santa. La cosa debía ser seria porque sacaron el procesión la imagen de San Lorenzo y en la Catedral se celebró la correspondiente ceremonia religiosa.
En El Diario de Huesca se calificaba la iniciativa como “piadoso y conmovedor suceso religioso”. Los oscenses, sigue la crónica, “acompañaron al Santo en filas tan interminables, que hacían dificilísimo apreciar el número de fieles que las formaban, observándose además en la procesión, la presencia de muchos forasteros de los pueblos próximos”.
Participaron el Ayuntamiento, la Diputación, el obispo y “demás autoridades civiles y militares” Colocaron al santo mártir enfrente de la imagen del Santo Cristo de los Milagros, cuya tradición habla de ser abogado para la lluvia. Todo el mundo admiró “la elocuente y emocionante palabra del superior de los Corazonistas de Barbastro”.

Al regreso, se siguió el trayecto de la procesión del Corpus. El cronista acaba deseando “que el Cielo escuche las plegarias de los oscenses y no tarde en llegar la lluvia, suspirada ahora con necesidad pocas veces sentida”. Esto se podía leer el 16 de abril de 1929. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero la situación –salvo el actual período de precipitaciones- es bien parecida a la de esas fechas. Hace falta mucha agua para asegurarnos el futuro. Tiene que llover más, pero mientras tanto, deberemos usar mejor el agua .

Nubes de tormenta cerca de Lascellas (2010)


La comunicación de Fiscal a Yebra de Basa



El valle del Basa desde Allué

La construcción de la nueva carretera entre Sabiñánigo y Fiscal no supone la creación de una comunicación nueva. Su aportación, ciertamente trascendental, es el trazado de la nueva vía con unas condiciones técnicas que nunca ha tenido. Hasta este momento, el enlace de ambos lugares se había realizado históricamente a través de un camino de difícil tránsito.

En su edición del 2 agosto 1893, El Diario de Huesca informaba de que se había incluido en el Plan General de Carreteras la que debía comunicar Sabiñánigo con la Ribera de Fiscal por el valle del Basa. Es un antecedente centenario de la carretera actualmente en construcción, proyecto que ha tardado bastante en pasar del papel en el despacho a la máquina en el terreno. Y lo de la máquina en el terreno también se está alargando lo suyo.
El trazado estaba recogido en los mapas 1:50.000 del Instituto Geográfico y Catastral. En la edición de 1952 viene definido como Camino de Yebra a Fiscal. Este trayecto era el que realizaron los militares que tomaron los datos sobre el terreno para confeccionar, en 1866, el Itinerario Descriptivo Militar de España por el Cuerpo de Estado Mayor del Ejército.
De la primera de las localidades citadas iba a Sobás, subía hasta el collado de Fenés y descendía a Fiscal. Este tramo figuraba en el trayecto “de Jaca a la frontera por Boltaña y Benasque”. Curiosamente, a estas alturas del siglo XXI, este trayecto no es carretera del todo, porque faltaría por transformar la pista que enlaza Plan con Sahún.

La nueva comunicación entre Yebra de Basa y Fiscal formará parte de la mejora de la carretera N-260, que enlaza el Mediterráneo con el Cantábrico al sur de la cordillera pirenaica. En la provincia de Huesca comienza en Pont de Suert, pasa por Castejón de Sos, Campo, Foradada, Aínsa, Boltaña y ahora va a Sabiñánigo por el puerto de Cotefablo. Luego se dirige a Jaca y la Comunidad Foral de Navarra. Cuando entre en servicio este nuevo trazado, enlazará directamente Fiscal y Sabiñánigo. Abrirá nuevas posibilidades a los habitantes del Sobrarbe, con un acceso directo a la parte occidental de la provincia de Huesca y la autovía a Zaragoza.


Fiscal y Peña Canciás

El agua y el futuro de la Hoya de Huesca

Presa de Montearagón
La Hoya de Huesca, como cualquier territorio que quiera ser habitable, necesita el agua como uno elemento básico para su futuro. Ojalá los ríos oscenses tuvieran caudales continuos para poder tomar el agua desde un pequeño azud sin ningún perjuicio a nadie. Pero su régimen es torrencial y en pocos días pueden llevar importantes caudales y pocos después apenas tener agua. Con este panorama, hay que guardar el agua cuando llueve para tenerla cuando sea necesaria. Pero hay que ver dónde se guarda
Históricamente se había pensado obtenerla del Gállego, que es el gran río de la comarca. Esto ya se planteó en el siglo XVII. En aquel momento no había infraestructuras hidráulicas que hicieran pensar otra cosa. Ahora, los Planes Hidrológicos Nacional y de la Cuenca del Ebro entienden que se pueden obtener los suministros de las infraestructuras de Riegos del Alto Aragón ya construidas. Pero, como esa agua está concedida al citado sistema, se condiciona a que exista más regulación
El proyecto denominado Canal de la Hoya de Huesca no es una mera transformación de tierras de secano en regadío. De hecho, el número de hectáreas a regar disminuye según pasan las décadas. El sector primario es fuente de riqueza y creación de empleo. Es alternativa de futuro y siempre ha sido así. Ya sabemos qué pasará con el agua que nosotros no sepamos aprovechar para crear riqueza en nuestra tierra.
Pero el proyecto de la Hoya es esto y más. Es un plan de desarrollo para el conjunto del territorio, con una actividad económica diversificada, en la que quepa la agricultura y la ganadería, la transformación de estas producciones, la industria y los servicios. Y en este abanico, lógicamente, el turismo.

Pero tenemos que creérnoslo primero quienes habitamos el territorio. Debemos tener claro qué queremos y hasta dónde estamos dispuestos a ceder, pero de una vez por todas con un proyecto común que no excluya a nadie porque somos pocos y todos necesarios.

Periodismo de datos y huelgas

Una de las situaciones clásicas que se presentan ante un hecho como una huelga es saber qué incidencia ha tenido. Las dos partes implicadas en el asunto, el que convoca y el que recibe el desafío, siempre se han afanado en dar unos porcentajes que avalen sus planteamientos. Las personas que acudían a los medios para saber a ciencia cierta qué había pasado se encontraban con unas cifras dispares según quién las explicaba.
El periodismo de datos acaba con el problema. Ya no se trata de ir tajo por tajo para saber qué ha ocurrido o preguntar a unos y otros. Ahora, es cuestión de mirar en las tablas de consumo de energía qué sucede el día de la huelga y comparar los datos con ese día de la semana pasada o el de la última huelga general. Manejar datos, en suma. Las nuevas tecnolohíasd permiten decenas de posibilidades de obtener informaciones a partis de esos datos. Es algo frío, aunque en este caso suponga consumo de energía, y que no deja dudas. Si se para se consume menos y se consume menos es que se ha parado.
En las manifestaciones pasa algo parecido. Como los convocantes y  las autoridades siempre han ofrecido cifras diferentes, se trata de medir el espacio que ocupa la gente manifestada y en función de este dato calcular el número de personas que caben allí. Aunque, con la marcha que lleva la gente joven, dentro de poco cabrán menos porque la mitad o más serán obesos

El nuevo aparcamiento

La excavación del nuevo aparcamiento subterráneo en la plaza de San Antonio tiene ya cierta envergadura. Se trata de concentrar el estacionamiento de vehículos del centro urbano en este lugar para peatonalizar las calles.

Esta apuesta municipal es elemento de comentario entre la sociedad oscense con conclusiones bien dispares. Hay quien vaticina un gran fracaso, como ha ocurrido con la ocupación de experiencias anteriores. Los hay optimistas –aunque parezca mentira en Huesca- que consideran adecuado el aparcamiento para aligerar el tráfico del entorno. Los hay, finalmente, que no dicen nada, a la espera de seguir en silencio si sale bien o decir “ya lo sabía yo” si el asunto no prospera.

Una imprenta de Huesca

“La Imprenta. Esbozos sobre su mecanismo de utilidad para los principiantes en el Arte”. Es el título de un pequeño libro de Mariano J. Castanera, editado en 1894 por la “Imprenta de la Viuda e hijos de Castanera”. Tiene 103 páginas, en cuarto, y es un pequeño manual para las personas que quieran conocer el mundo de la Imprenta: términos técnicos, tipos de trabajo e ilustraciones con una introducción histórica sobre este invento, que revolucionó el mundo de la cultura y la comunicación.
En la reseña del hecho, El Diario de Huesca (2 marzo 1895) se felicitaba por su publicación. La obra, según se indica en este periódico, “revela en su autor conocimientos del todo perfectos en el arte de la tipografía”. Destaca la obra como novedad en este sector y afirma que será útil “no solo para los aprendices del arte de la imprenta, sino también para muchos de los que lo practican automáticamente y sin los necesarios conocimientos técnicos, y para los aficionados al periodismo, cuyo ejercicio tiene relación constante con las tareas del impresor”.
Que Castanera publicara un libro sobre el arte de la Imprenta no es casualidad porque en su empresa se encontraba buena parte de la historia de esta actividad en Huesca desde el siglo XVII y seguiría hasta entrada la pasada centuria. Mariano Castanera casó en segundas nupcias con la viuda de Larrumbe, heredera de una imprenta existente en Huesca desde 1638, con Juan Francisco de Larrumbe. Desde entonces, los materiales de esta imprenta fueron pasando generación tras generación, hasta llegar a Mariano Castanera, que falleció en noviembre de 1878.
Su viuda e hijos siguieron el trabajo hasta que lo tomó en solitario uno de estos últimos, Gregorio. En 1907 fundó una sociedad, Castanera y Pascual, y en 1910 vendió la imprenta a Faustino Gambón. En 1884, Mariano Castanera Plasencia fundó el diario “La Crónica”. Esta imprenta, además publicó buena parte de los periódicos oscenses entre los siglos XIX y XX. Estos datos son aportados por Gregorio Gota, en su libro «Huesca, apuntes para su historia», y Ricardo del Arco, en sus trabajos sobre la Imprenta en Huesca y sobre la prensa de la ciudad.